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La comunidad universitaria en Londres vivió el año pasado uno de los episodios más conmocionantes, luego de que una estudiante fuera asesinada por un compañero con el que mantenía una "relación casual". El crimen, ocurrido en marzo de 2024, volvió a generar atención tras conocerse la reciente condena del responsable, un ciudadano estadounidense identificado como Joshua Michals, de 26 años, quien enfrentó a la justicia británica por la muerte de Zhe Wang, una mujer de 31 años originaria de China.
De acuerdo con lo recopilado por las autoridades, ambos eran estudiantes de posgrado en Goldsmiths, Universidad de Londres, y según la investigación policial, mantenían un vínculo informal que comenzó meses antes del crimen.
Las autoridades reconstruyeron los hechos a partir de mensajes telefónicos y registros digitales, los cuales se intentaron eliminar. Sin embargo, gracias a los esfuerzos, se permitió identificar un deterioro en la comunicación entre ambos, especialmente en las semanas previas al asesinato.
De acuerdo con un reciente comunicado de la Policía Metropolitana, la tensión entre Michals y Wang aumentó cuando ella insistió en que él se realizara una prueba de enfermedades de transmisión sexual (ETS). La solicitud fue reiterada en varias conversaciones, que posteriormente se convirtieron en evidencia clave dentro del juicio.
La noche del 20 de marzo de 2024 fue determinante, pues, según la policía, la víctima le pidió al acusado que acudiera a su vivienda para hablar personalmente sobre el tema. El último mensaje enviado por Michals a Wang, registrado a las 07:17 p.m., decía únicamente “aquí”, lo que indicaba que había llegado al lugar del encuentro.
Horas más tarde, Michals realizó una llamada de emergencia para informar sobre un supuesto incidente grave, pero aclaró que ya no se encontraba en el sitio. Los agentes acudieron a la dirección y encontraron a Wang con heridas mortales: presentaba dos cortes en su rostro y signos de estrangulamiento en el cuello, lo que evidenciaba un ataque violento.
La mujer perdió la vida debido a la gravedad de las lesiones. De acuerdo con la BBC, el tribunal conoció que mientras la víctima agonizaba, el acusado decidió comunicarse inicialmente con su padre en Estados Unidos. Según reveló el medio, Michals buscó asesoría legal antes de contactar a la policía, una llamada que se produjo casi cuatro horas después del ataque.
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Para cuando las autoridades lo localizaron, se encontraba en su residencia con ropa manchada de sangre, que posteriormente se identificó que coincidía con el ADN de la mujer, lo que derivó en su arresto inmediato. Durante las audiencias, la defensa alegó que Michals actuó en defensa propia, asegurando que Wang lo había atacado con un cuchillo tras sospechar erróneamente que había contraído una ETS por mantener relaciones con él.
El acusado sostuvo ante el jurado que no pretendía herirla de gravedad y que su intención era “alejarla” durante el forcejeo. Sin embargo, las pruebas recolectadas por los investigadores contradijeron esa versión, reforzando la teoría de un ataque deliberado motivado por la creciente tensión en la relación.
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La abogada Henrietta Paget, encargada del caso, calificó la agresión como un acto “brutal y salvaje” contra una mujer que fue descrita por sus allegados como “tranquila, amable y comprometida con sus estudios en Londres”. Además, señaló que el joven acusado tenía sus intenciones claras: "Cuando llamó al 999, sabía muy bien que era demasiado tarde para salvar a la Sra. Wang (...) Los servicios de emergencia la encontrarían muerta, como de hecho ocurrió".
Michals, oriundo de Chicago y estudiante de maestría al momento de los hechos, fue declarado culpable de asesinato. Quedó a la espera de sentencia en una fecha posterior, bajo custodia del sistema judicial británico. Las condenas por homicidio en el Reino Unido pueden conllevar a penas de cadena perpetua.
Por su parte, la inspectora detective Claire Guiver, quien dirigió la investigación, declaró: "Acompañamos en nuestro pesar a su familia y amigos, tanto en China como en el Reino Unido. Nuestro compromiso con la lucha contra la violencia contra las mujeres y las niñas es inquebrantable y seguiremos haciendo todo lo posible para que Londres sea una ciudad más segura”.
Y concluyó: "Nos complace que el jurado haya comprobado sus afirmaciones de que mató a Zhe accidentalmente cuando ella intentó atacarlo con un cuchillo. Es evidente que Michals es una persona peligrosa y violenta, y ahora tendrá que asumir las consecuencias de sus actos".
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HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRAN
NOTICIAS CARACOL